Resinación (III): Trabajos de aprovechamiento de resina

Para conseguir una producción aceptable en cantidad (entre 3 y 4 Kg de resina por pino), los resineros deben realizar una serie de labores durante casi 8 meses a lo largo del año, entre  abril-mayo y octubre-noviembre.
Esas labores son:
1. Desroñe: labor que consiste en preparar la zona del tronco que se va a resinar raspando la corteza del pìno con la herramienta denominada barrasco,  dejando la zona lisa y sin llegar a la madera:

2. Grapa y pote: Después, en la parte inferior de la zona raspada y con la ayuda de la media luna y el mazo se realiza una hendidura en la que se introducirá una lámina metálica rectangular de aluminio, la grapa, cuya función es conducir la miera que resbala por el tronco hacia un recipiente de barro o pvc, el pote.

Pica: cada una de las incisiones que se realizan en el tronco del árbol, para provocar la secreción de la resina. Para hacer las picas se emplea la herramienta denominada hacha gubia o azuela. Las picas se realizan de forma transversal, desprendiendo una tira de madera muy fina de 12 cm de anchura, previamente marcada con el trazador. Inmediatamente después se pulveriza  con una solución de ácido sulfúrico para estimular la secreción.

Remasa: La resina que llena los potes se recoge varias veces durante la campaña en la llamada remasa. El contenido de cada pote, que varía según el tamaño de éste entre 700 g y 2 kg, se vacía en una lata de mayor tamaño (5 kg) que va sobre el carretillo, y una vez llena la lata se vacía en las cubas o bidones (20 kg), que finalmente serán transportados a la fábrica para su procesado.

Herramientas nombradas:
1. Barrasco
2. Grapa, medialuna y mazo
3. Azuela o hacha gubia
4. Pote y clavo
5. Trazador
6. Carretilla y lata